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Por parentesco, por ambición profesional, por desconocimiento, por confianza… Son muchas las razones que pueden llevar a una persona a asumir el puesto de gestor único de una empresa y verlo como un cargo puramente intermediario, sin apenas cometidos. Antes y durante la firma del acuerdo, muy pocos son capaces de explicar al nuevo fichaje sus responsabilidades como administrador de la sociedad y su verdadero protagonismo. Como consecuencia, y con el paso del tiempo, esa persona (que asumió el cargo con total bondad y solidaridad) se puede ver implicada en conflictos y contratiempos de elevada gravedad como el pago de deudas inasumibles, denuncias de los trabajadores, quiebras…
Antes de aceptar el puesto, conoce qué obligaciones conlleva y cuáles son tus obligaciones en caso de que vaya por mal camino. Ten en cuenta que un error sobrevenido de la sociedad puede atacar de manera directa e inexcusable a tu patrimonio personal e, incluso, a tu historial penal. Con estas responsabilidades como administrador de la sociedad, ¿sigues queriendo asumir el cargo?
La Ley de Sociedades de Capital establece que todas las organizaciones (SL, SA, unipersonal) deben contar con un órgano de administración que se encargue de su gestión, no importa si está formado por una sola persona (administrador único), por varias (administradores solidarios) o por un consejo. Se trata del representante de la empresa tanto dentro como fuera de la estructura organizativa y el que toma la mayor parte de las decisiones de importancia. Por ello, aunque el cargo se proponga como un puesto artificial (para firmar documentos), en la práctica, la persona que asume las responsabilidades como administrador de una empresa consigue el poder de esta.
Como contrapartida (y según lo que recojan los estatutos de la sociedad) este responsable ejerce su papel sin ningún tipo de remuneración a cambio y, ante cualquier problema, va a tener que responder frente a los socios y acreedores de la compañía con su patrimonio por actos contrarios a la ley, los estatutos o a sus funciones. La reforma del Código Penal incluye otras consecuencias derivadas para este cargo.
Responsabilidades de un administrador: ¿qué consecuencias pueden llegar a asumir?
Uno de los pasos que debe dar cualquier administrador es conocer y adoptar este decálogo, con el que es más fácil evitar problemas. Sin embargo, no siempre es posible, y, si el gestor de la sociedad no actúa “diligentemente”, se enfrenta a estos tipos de responsabilidades:
Para evitar problemas mayores y mantener a salvo el patrimonio de los administradores que sí cumplen con su cometido diligentemente, Hiscox cuenta con el seguro D&O Administradores y Directivos. Con esta póliza, los gestores, directores y la propia empresa podrán concentrarse en sus funciones sin temor a las denuncias de terceros. Conoce todas sus coberturas y mantén a flote tu sociedad.