Teatro

Supersticiones en el teatro: cómo prevenir la mala suerte con un seguro adecuado

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Hiscox España
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A pesar de que el teatro sea el territorio por excelencia para los nuevos lenguajes y las propuestas más sorprendentes, las tablas también conviven con tradiciones con siglos de antigüedad. En concreto, con multitud de rituales, creencias y supersticiones que han pasado de generación en generación. 

Algunas nacen de anécdotas históricas, otras de accidentes fortuitos y muchas, simplemente, del temor a tentar a la suerte antes de subir a escena. Y aunque hoy las veamos como meras curiosidades, muchos intérpretes, compañías y técnicos las siguen respetando a rajatabla, pues ya es lo suficientemente difícil sacar una obra adelante como para tener que lidiar con accidentes.

¿Vestirían los actores color amarillo o se atreverían a pronunciar la palabra ‘Macbeth’ si contaran con una póliza adaptada a sus riesgos? Ahora que el gremio celebra el Día Mundial del Teatro, repasamos algunas de sus supersticiones y costumbres más habituales, pero también te ayudamos a descubrir el seguro Hiscox que mejor responde a las demandas del ámbito de las artes escénicas.

Decir ‘Macbeth’ en el escenario: mal augurio asegurado

La tragedia de Shakespeare es famosa no solo por su intensidad, sino por las supuestas desgracias que ha traído a quienes la nombran dentro de un teatro. Son frecuentes las conversaciones sobre accidentes, lesiones y cancelaciones vinculadas a esta obra, razón por la que solo se permite pronunciar la palabra ‘Macbeth’ durante los ensayos o cuando realmente se está representando la obra. En su lugar, muchos recurren a la expresión ‘La obra escocesa’ para referirse a ella.

Nunca desear buena suerte

Es quizás una de las normas o supersticiones más populares del teatro. En lugar de desear buena suerte se recurre a expresiones como ‘mucha mierda’ o ‘merde’, que tiene su origen en la época de los carruajes, cuando el éxito de una obra se medía por la cantidad de caballos -y excrementos- que se reunía a las puertas del recinto. Otros idiomas tienen también sus propias expresiones, como el famoso ‘break a leg’ (‘rómpete una pierna’) en inglés, o el ‘toi toi toi’ alemán, más vinculado al mundo de la ópera.

El color amarillo trae mala suerte

Esta superstición proviene de un episodio trágico protagonizado por Molière, el célebre dramaturgo francés. Mientras actuaba en su obra El enfermo imaginario, en la que supuestamente vestía de amarillo, el actor se desplomó y poco tiempo después falleció. Desde entonces, el color amarillo se ha asociado al infortunio y muchos actores evitan usarlo sobre el escenario. En cualquier caso, la superstición se extiende en España a raíz de una mala traducción, pues Molière vestía de amaranto y no de amarillo, como mucha prensa nacional llegó a publicar.

Silbar en escena o entre bastidores

En los teatros antiguos, los tramoyistas -responsables de manejar cuerdas y decorados- se comunicaban mediante silbidos. Por eso, un silbido imprevisto podía confundirse con una orden y provocar caídas de telones o escenografías, poniendo en peligro a los actores. Por esa razón, silbar entre bastidores se considera de muy mal gusto y, sobre todo, de mala suerte.

Las flores, solo para los personajes muertos

Existe la tradición de entregar flores al actor o actriz cuyo personaje muere en escena, como un reconocimiento simbólico. Sin embargo, en ciertas compañías las flores no se regalan antes de la función porque se cree que pueden atraer un mal desenlace. Solo después del telón final, y si todo ha salido bien, se convierten en un gesto de felicitación.

Un mal ensayo general augura un buen estreno

Parece una contradicción, pero los actores lo repiten como un mantra: si el ensayo general es caótico o lleno de errores, el estreno será brillante y exitoso. Esta superstición probablemente nació como un consuelo para los nervios de última hora, pero sigue muy presente en el día a día de muchas compañías.

No bajar el telón con el escenario vacío

Cerrar el telón sin actores en escena es visto como un acto de mala suerte. Tradicionalmente, el telón se baja con el escenario lleno o, al menos, con alguien presente. Al fin y al cabo, es la forma de dar las gracias al público y cerrar la función de la manera más enérgica. Bajar el telón sobre un escenario vacío se percibe como un mal presagio e, incluso, como un símbolo de fracaso.

El teatro es arte… pero también prevención

Aunque las supersticiones forman parte de la tradición y la mística del teatro, la realidad es que cualquier producción artística también debe tomar precauciones reales para evitar riesgos legales o imprevistos. Ante un accidente fortuito, tanto durante la preparación y los ensayos como durante la propia función, no hay creencia que proteja más que un seguro especializado.

Entre la amplia oferta de seguros de responsabilidad profesional de Hiscox, existe una opción precisamente pensada para los riesgos en medios de comunicación y sector audiovisual. Su particularidad es que cubre a profesionales del mundo artístico, como pueden los diversos roles vinculados a este ámbito, como directores teatrales, diseñadores de iluminación, maquilladores y más. 

Sus coberturas proporcionan seguridad completa frente a los principales riesgos del sector, como aquellos relacionados con la propiedad intelectual, los gastos de defensa ante procesos judiciales, o los incidentes que puedan afectar tanto al público como a la compañía. 

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