Read the rest of the post ' Cuando también el ‘jefe’ experimenta el Blue Monday: trucos para mantener el liderazgo ante viento y marea '
Lo llaman Blue Monday y todos años acapara las conversaciones en la oficina, las publicaciones en LinkedIn y los titulares en los medios especializados en empresas. Dicen de él que es el día más triste del año, justo porque coinciden en una misma jornada varios factores que nos provocan desdicha.
Como si de una fórmula matemática se tratara, el Blue Monday responde en espacio y tiempo a ‘lo peor de lo peor’. Es decir, lunes, invierno, la desazón post navideña, la cuesta de enero sobre los bolsillos y, en algunos casos, varios propósitos que parecen no empezar a cumplirse. Y a pesar de que nadie debería dejarse ensombrecer por una fecha marcada en el calendario, el agotamiento físico y mental de esta época del año puede llegar a marcar el pulso en el entorno laboral.
El Blue Monday no solo lo experimentan los empleados, sino también los propios responsables de pymes y autónomos, con las consecuencias que esto puede acarrear para el bienestar del proyecto empresarial. No obstante, existen muchas formas de mantener un liderazgo saludable ante las horas de flaqueza, sea cual sea la época del año. Si mantener la estabilidad en tu negocio es tu prioridad como líder, estos consejos te interesan.
Conciliación y autocuidado (para todos)
Se habla mucho sobre el bienestar en el ecosistema de trabajo, pero los retos del día a día no siempre dejan que los directivos y responsables tomen ejemplo. Al fin y al cabo, mantener un equilibrio entre la vida laboral y personal es clave para conservar la energía y el enfoque sobre el negocio. De hecho, optar por el autocuidado (para todos) puede convertirse en una forma de generar cultura empresarial. Por ejemplo, con horarios flexibles, prioridad sobre el descanso, fórmulas que faciliten la conciliación e, incluso, actividades que ayuden a la recarga física y emocional.
Esta pauta también es aplicable para aquellos autónomos que se enfrentan a los retos de trabajar por su cuenta. Es más, puede ser un buen pretexto para empezar a delegar tareas en otros, siempre con el objetivo de reducir la carga y tomar decisiones de futuro mucho más estratégicas.
Mantén una red de apoyo con homólogos
Compartir experiencias y desafíos con otros líderes puede ser una enorme fuente de apoyo, en parte porque nadie entiende mejor los dilemas y retos que supone estar al frente de una pyme. Es muy recomendable construir una red de contactos con otros homólogos de profesión, como directivos o autónomos, con los que poder intercambiar ideas, buscar soluciones conjuntas y obtener nuevas perspectivas.
También son muy interesantes los grupos locales, cámaras de comercio, asociaciones profesionales o plataformas digitales específicas de cada sector, donde es posible conectar con otros directivos que enfrentan retos similares. Estas redes te ayudarán a aprender, pero también pueden servir para empatizar y recordar que no estás solo en tu camino empresarial.
Comunicación constante desde la transparencia
En tiempos difíciles, la claridad y la honestidad son las mejores herramientas para establecer confianza con el resto de tu equipo (e incluso con los clientes). Comunicar de manera transparente los desafíos o decisiones importantes es fundamental para reforzar el compromiso y, sin duda, también es una forma estupenda de saber qué cuestiones les preocupan antes de que vayan a más.
Lo ideal para esto es establecer espacios de diálogo abiertos, ya sea a través de reuniones periódicas o herramientas digitales, para que la información sea bidireccional. Eso sí, procura que la información que obtengas se use de manera eficiente y no caiga en un saco roto, como ocurre con el clásico buzón de sugerencias que nunca se revisa. La honestidad de otros tiene que ser compensada exactamente con la misma moneda.
Implanta de procesos de evaluación 360º
Una evaluación 360º permite analizar el rendimiento del equipo, los procesos de trabajo y, también, tu propio liderazgo. Se trata de un tipo de análisis que ofrece un panorama detallado de lo que funciona y lo que necesita ajustarse, pues permite que también otros valoren tu liderazgo, lo que a la larga también fomenta una cultura de mejora continua.
Los métodos para llevar a cabo esta evaluación dependerán de la naturaleza de tu pyme o proyecto empresarial. Puede ser a través de valoraciones departamentales, encuestas anónimas, reuniones ad hoc o revisiones periódicas sobre servicios ofrecidos y resultados obtenidos. Lo importante es mantenerse receptivo y adaptarse según las circunstancias, lo que con seguridad puede ayudar a fortalecer el liderazgo.
Actitud compasiva, analítica y constructiva
Un líder efectivo combina la empatía con un enfoque analítico. De nada sirve reaccionar con estrés o frustración, sino que es más fructífero apostar por un enfoque calmado y centrado en generar soluciones. Es más, ser compasivo con uno mismo (y con los demás) ante posibles errores contribuye a crear un ambiente de trabajo más colaborativo y productivo.
Recuerda, además, analizar cada situación con objetividad para no perder el foco. No solo aliviará el impacto de los posibles desafíos, sino que también reafirmará tu capacidad para dirigir, incluso en los momentos más difíciles.
Identifica las señales de alarma antes de tiempo
La anticipación puede marcar la diferencia entre una crisis controlada y un impacto significativo sobre el bienestar de tu pyme. Precisamente por eso la evaluación constante es curcial, pues es el sistema ideal para identificar señales de alarma en la gestión financiera, el ambiente laboral, la relación con tus clientes o el rendimiento general de tu pyme.
Es muy interesante marcar unos indicadores clave de desempeño -los famosos KPIs-. De hecho, hoy en día existen herramientas digitales muy efectivas para el monitoreo, que además se adaptan a cualquier tipo de negocio.
Hiscox Business Protection: una garantía de tranquilidad
Liderar un proyecto empresarial supone asumir riesgos, pero eso no significa que no puedas anticiparte. Una evaluación constante puede ayudar con soluciones más efectivas, pero si proteges bien tu negocio podrás centrarte en seguir avanzando sin sustos (ni Blue Mondays) que puedan contigo.
Hiscox Business Protection, el primer y único seguro paquetizado e integral, cuenta con todas las coberturas que tu pyme necesita para funcionar sin riesgos. Responsabilidad Civil Profesional, Responsabilidad Civil General, Ciberriesgos y Responsabilidad Civil de Administradores y Directivos: cuatro tipo de protecciones básicas dirigidas a pymes, micropymes y autónomos para que sus negocios salgan adelante sin riesgos.
Responsabilidad Civil Profesional: para proteger a tu cliente o sus empleados en caso de que un tercero te demande por un trabajo erróneo o mal ejecutado.
Responsabilidad Civil General: para cubrir al cliente en caso de que una persona sufra daños en tu empresa o sea necesario reparar daños causados a un tercero.
Ciberprotección: para riesgos asociados con el uso de la tecnología y la información (por ejemplo, pérdida de datos, robo de información y más).
Responsabilidad Civil de Administradores y Directivos: enfocado a pymes, esta cobertura protege a los directivos y responsables de una empresa de las reclamaciones que puedan surgir por las decisiones que tomen al salvaguardar su patrimonio personal.
Lo mejor es que este seguro de Hiscox se presenta en tres versiones, Básica, Avanzada y Premium, que se distinguen por el límite de indemnización y número de coberturas. De esta forma, se pueden adaptar en función del tamaño y el presupuesto disponible que tenga tu pyme, o según el índice de siniestralidad que tenga la naturaleza de tu negocio. Sin duda, una garantía de tranquilidad de lo más efectiva cuando toca liderar y mostrar fortaleza, sea cual sea la tormenta.