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Los asistentes a uno de los últimos juebinars del Campus Hiscox pudieron presenciar la charla que mantuvieron Ignacio Figuerol, Partner Clyde & Co Abogados, y David Heras, director general de Hiscox Iberia, en la que analizaron la evolución en España del ramo de D&O desde los años 90 y hacia dónde se dirigen estas pólizas.
Ambos profesionales, con más de 40 años en total cotizando o gestionando siniestros de pólizas de administradores y directivos, comenzaron el encuentro recordando cuál fue el punto de partida de este mercado. A comienzos de la década de los noventa la normativa española y la escasez de reclamaciones en este ámbito impedían el interés del sector asegurador hacia el desarrollo de estos productos, sin embargo, un cambio de ley instó a la necesidad de activar el producto principalmente en grandes empresas e instituciones siendo la cobertura principal los gastos de defensa.
El mercado ya había comenzado y tenía por delante dos fechas que los transformaría para siempre, la nueva ley concursal de 2004 y la crisis económica que se inició en 2008, dieron un giro de perspectiva de 180º al producto. En el periodo entre 2008-2012 creció la siniestralidad a partir de condenas fiscales, pagos de indemnizaciones, déficits patrimoniales, y muchos de los casos tuvieron una gran repercusión mediática.
Sin embargo, a pesar de que el producto iba introduciéndose en el mercado, su costosa y complicada contratación imposibilitaba que este llegara a las pymes. Fue entonces cuando Hiscox puso en marcha un programa de innovación que simplificaba el producto a partir de un cuestionario pre-cotizado y primas ajustadas al riesgo real de este tipo de compañías, provocando un despegue definitivo del ramo. A partir de este momento el producto fue ganando dimensión llegando a pasar de una venta monocanal a una venta multicanal, en la que se sumaron aseguradoras con poca profundidad de cobertura. También comenzó la competencia entre compañías generalistas y especializadas que derivó en un mercado blando con primas bajas y condicionados desvirtuados.
Hoy el ramo se enfrenta a un momento inestable y de incertidumbre sobre todo ante el inicio de los concursos de acreedores, ahora congelados, a partir del 14 de marzo, fecha de la última moratoria realizada por la Administración La regulación de la Covid-19 ha ido posponiendo las consecuencias de una nueva crisis y se prevé una oleada de concursos de acreedores en un escenario atípico con un alto grado de incertidumbre. Ignacio Figuerol puntualizó que la pandemia no está afectando en cuestiones de siniestro tanto como podría creerse, aunque “hay sectores con reclamaciones como las residencias de ancianos y compañías de turismo y ocio pero a macro escala no existe tormenta, de momento. Sin embargo, la ola de concursos de acreedores conllevará altos gastos en defensa jurídica y administradores que podrían tener que responder personalmente del déficit patrimonial de la sociedad o ante daños y perjuicios, aunque debemos esperar a conocer la interpretación de la ley que se aplicará ante una situación tan excepcional como la que estamos viviendo”.
En el webinar se puso de manifiesto que aproximadamente el 40% de las pymes cuentan con un producto D&O, pero se puso en cuestión si este tejido empresarial podrá contar con el compromiso del sector asegurador que deberá seguir ofreciendo un alto grado de cobertura y soluciones D&O adaptadas a la nueva economía.
“Nuestro equipo de siniestros está desarrollando un nuevo producto D&O que anunciaremos muy pronto. Será claro, sencillo y adatado a la nueva realidad. No existe la intención de subir las primas, no lo necesitamos, estamos aquí para ofrecer una solución a un momento complicado, el éxito no consiste solo en ganar dinero sino también en no perder la confianza de nuestros asegurados y nuestro posicionamiento y reconocimiento en el mercado”, concluyó David Heras.