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Ya sea tu hogar habitual o una segunda residencia, es fundamental tomar una serie de precauciones para evitar siniestros. A continuación analizamos 5 aspectos a tener muy en cuenta: el exterior, los acceso, información personal, contenido de alto valor y daños causados por agua.
En el exterior usa vallas que protejan la casa pero que eviten que los ladrones se puedan esconder tras ellas, como ocurre con muros y setos. Guarda herramientas o escaleras que puedan usar los ladrones para acceder a tu vivienda. E instala un sistema de seguridad que les haga pensárselo dos veces.
Atención a los accesos. Cierra puertas y ventanas al salir e instala las cerraduras adecuadas. Por ejemplo, las puertas exteriores deben tener al menos 3 puntos de cierre, puedes además instalar un pasador de seguridad interiores para dificultar la entrada de los ladrones. Acostúmbrate también a mantener las cortinas cerradas durante la noche para asegurarte de que los objetos de valor no se puedan ver desde el exterior.
Cuidado con la información. Debes proteger tus datos personales, en caso de allanamiento los ladrones podrían hacerse con información que podrían utilizar para realizar un posible fraude. Además, en redes sociales no muestres fotos del interior de tu casa ni de tus objetos preciados, y tampoco des pistas de si te vas de vacaciones o simplemente estás fuera de casa. En este caso, son muy útiles instalar temporizadores de luces para que si no estás en tu hogar al menos lo parezca.
En caso de hogares con un contenido de alto valor un conocimiento experto del mercado, origen, antigüedad y estado general de las obras de arte, joyas y otros objetos de la vivienda es absolutamente fundamental. En repetidas ocasiones vemos cómo muchos de nuestros clientes no tienen más que una idea aproximada del valor de sus posesiones, y en caso de siniestro, poder demostrar el valor del contenido es uno de los mayores obstáculos para el titular de la póliza.
Los siniestros más frecuentes son los daños causados por el agua. En la mayoría de los casos, se debe a instalaciones que son demasiado antiguas, o bien a la falta de mantenimiento de elementos como las canaletas y desagües. Las causas de los daños por agua suelen ser triviales, pero sus consecuencias son muy graves, y las obras necesarias para reparar su vivienda y reponer su contenido son enormemente costosas.